Hemos estado un fin de semana dieciséis personas en esta maravillosa casa por recomendación de unos amigos que habían estado y, aunque nos hablaron de ella de maravilla, la verdad es que se quedaron cortos.
No os podéis imaginar el golpe de emoción que recibes al entrar y verla por primera vez: el trabajo con la madera bellísimo (existe una placa de recuerdo al ebanista que lo trabajo), excelente decoración, espacios super amplios, cocina y baños con todos los elementos y comodidades, un jardín precioso con increíbles vistas y todo se percibe con gran armonía.
Nos costó reservar la casa porque está muy solicitada, pero la espera ha merecido la pena y, desde luego, volveremos.
Estuvo en Mayo 2017, con amigos
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Limpieza
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Trato del propietario
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Entorno
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Equipamiento
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Relación calidad/precio
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Calidad del sueño